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Las acelgas, a menudo subestimadas, tienen mucho que ofrecer en la cocina. Esta verdura, rica en nutrientes, se puede preparar de maneras sorprendentes, y una de las más deliciosas es, sin duda, la crema de acelgas. Esta receta no solo es sencilla, sino que también transforma un ingrediente que tal vez no esté en tu lista de favoritos en un plato suave y reconfortante que encantará a todos en casa. ¿No te parece una excelente manera de disfrutar de las verduras?
Ingredientes que necesitas
Preparar esta crema es bastante accesible, y los ingredientes son fáciles de encontrar. Para comenzar, necesitarás acelgas frescas, que son las protagonistas de nuestro plato, además de una patata, cebolla, ajo y caldo de verduras. El aceite de oliva será tu aliado en el sofrito, y, si lo deseas, un chorrito de leche puede ayudar a lograr esa suavidad que buscamos. Ajusta la sal y la pimienta al gusto, y tendrás todo lo necesario para una deliciosa crema.
Proceso de preparación
El primer paso es lavar bien las acelgas, separando las hojas de las pencas. Picarlas por separado permite que se cocinen de manera uniforme, y eso es esencial para conseguir una textura agradable. Luego, es hora de cortar la patata, la cebolla y el ajo. En una cazuela, calienta un poco de aceite de oliva y sofríe la cebolla y el ajo durante unos cinco minutos. Este es el momento en que las fragancias comienzan a llenar la cocina, y es difícil resistirse a dar un pequeño vistazo a lo que se cocina.
Después de que la cebolla esté dorada, agrega la patata y las pencas de acelga y cocina por otros cinco minutos. Finalmente, incorpora las hojas de acelga, mezcla todo, y cubre con el caldo. Lleva a ebullición y cocina a fuego medio durante 20 a 25 minutos, hasta que todo esté tierno. La magia sucede cuando, al triturarlo con una batidora, obtienes una crema suave y homogénea. Si quieres darle un toque extra, un chorrito de leche puede hacer maravillas.
Acompañamientos perfectos
Ahora viene la parte divertida: ¡los acompañamientos! Personalmente, me encanta añadir picatostes caseros, que se preparan fácilmente con pan del día anterior. Simplemente corta el pan en cubitos, saltéalo con un poco de aceite de oliva y ajo en polvo hasta que estén crujientes. Pero no te detengas ahí, porque un huevo cocido picado o lascas de queso curado pueden elevar tu crema a otro nivel. ¿Te imaginas un chorrito de aceite aromatizado o unas semillas tostadas por encima? Las combinaciones son infinitas, y cada vez puedes experimentar algo nuevo.
Beneficios de las acelgas
Más allá del sabor, las acelgas son un verdadero tesoro nutricional. Ricas en fibra, vitamina K, ácido fólico e hierro, son perfectas para aquellos que buscan añadir más verduras a su dieta. Esta crema es una forma sencilla de incorporar acelgas en el menú semanal, especialmente si hay niños en casa que suelen ser un poco reacios a las verduras. Recuerdo cuando mis hijos eran pequeños, y hacer una crema así fue la clave para que comenzaran a disfrutar de las acelgas. ¡Y ahora son grandes aficionados!
Otras formas de disfrutar las acelgas
Si esta crema te ha dejado con ganas de más, hay muchas otras recetas que puedes probar. Las acelgas con patatas son un clásico que nunca falla, y si buscas algo más completo, los garbanzos con acelgas son una opción nutritiva y reconfortante. ¿Y qué tal una tortilla de acelgas? Ideal para cenas rápidas o para llevar en el táper. Incluso puedes atreverte con unas acelgas gratinadas con bechamel, que son perfectas para reconciliarte con esta verdura si no eres muy fan. La versatilidad de las acelgas realmente te sorprenderá.