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La crema de espárragos blancos es uno de esos platos que despiertan los sentidos, especialmente cuando llega la primavera y los primeros manojos aparecen en el mercado. Recuerdo cuando, de pequeña, esperaba ansiosamente la temporada de espárragos. La frescura y el aroma de estos vegetales me hacían soñar con recetas deliciosas. Si solo has probado los espárragos en conserva, déjame decirte que los frescos son otro mundo. Sí, requieren un poco de trabajo, como pelarlos y cocerlos, pero la recompensa es indescriptible. Además, son bajos en calorías, ricos en fibra y repletos de vitaminas del grupo B y ácido fólico. ¡Una elección saludable para nuestra alimentación!
Preparación de los espárragos blancos
Antes de empezar con la receta, es importante saber cómo tratar estos delicados espárragos. Lo primero que debemos hacer es pelarlos cuidadosamente con un pelador, comenzando desde la yema hacia la base. Es fundamental eliminar cualquier parte fibrosa, ya que de lo contrario, la textura de nuestra crema se verá afectada. Recortamos unos 2-3 cm del extremo inferior, que suele ser más duro. Por cierto, te recomiendo reservar algunas puntas enteras para usarlas como decoración al final. El resto lo cortamos en trozos medianos, ¡y ya estamos listos para crear magia en la cocina!
Los ingredientes que necesitas
La lista de ingredientes es sencilla, pero cada uno tiene su papel en esta receta. Necesitaremos:
- Espárragos blancos frescos
- Puerro
- Patata
- Caldo de verduras
- Un chorrito de aceite de oliva
Con estos ingredientes, vamos a conseguir una crema suave y reconfortante. Pero, ¿qué pasa si no tienes espárragos frescos? No te preocupes, también puedes utilizar espárragos en conserva. Solo asegúrate de escurrirlos bien y ajustar la cantidad de caldo que uses. ¡La cocina es creatividad!
Cocinando la crema
Ahora que tenemos todo listo, es hora de calentar una cazuela grande con un poco de aceite de oliva. Rehogamos el puerro cortado en rodajas finas durante unos 5 minutos a fuego medio, hasta que esté tierno y fragante. Luego, añadimos los espárragos troceados y la patata, salteando durante un par de minutos. Incorporamos el caldo de verduras caliente y dejamos cocinar a fuego medio durante unos 20-25 minutos, hasta que los espárragos estén bien tiernos. Mientras tanto, cocemos las puntas de espárrago que habíamos reservado en agua con sal durante 5 minutos. ¡Las puntas son el toque especial para la presentación!
La magia de la batidora
Una vez que todo esté cocido, llega el momento de la verdad: triturar la mezcla. Aquí es donde la magia sucede. Usamos una batidora de mano (o un vaso americano) para lograr una textura fina y cremosa. Si prefieres una crema aún más suave, puedes pasarla por un colador o un chino. Personalmente, creo que ese paso adicional vale la pena. ¡No hay nada como una crema perfectamente lisa que se derrite en la boca!
Consejos para un resultado espectacular
Aunque la receta es bastante sencilla, hay algunos detalles que pueden marcar la diferencia. Por ejemplo, siempre es mejor optar por espárragos frescos en temporada. La textura y el sabor son incomparablemente mejores. También, si decides usar espárragos en conserva, recuerda que ya vienen aliñados, así que ajusta la sal al final. Si quieres un toque extra de cremosidad, puedes añadir un poco de nata líquida o leche evaporada justo antes de triturar.
Y aquí viene la mejor parte: puedes congelar esta crema sin problema, siempre y cuando no lleve nata. Déjala enfriar completamente y guárdala en recipientes herméticos. Al descongelar, simplemente bátela de nuevo para recuperar su textura original. ¡Es perfecta para esos días en los que no tienes tiempo de cocinar!
Cómo servir la crema de espárragos
Para acompañar esta deliciosa crema, simplemente necesitas un buen pan crujiente o unos picatostes. Pero, si quieres llevarlo a otro nivel, añade un poco de salmón ahumado. La combinación es sublime. Además, no olvides decorar el plato con unas puntas de espárrago cocido, un chorrito de aceite de oliva virgen extra y algunos brotes verdes. ¡Es una presentación digna de un restaurante!
Finalmente, si después de probar esta crema de espárragos blancos te quedas con ganas de más, te invito a explorar otras recetas con espárragos. Desde espárragos trigueros al horno hasta cocinarlos a la plancha con un poco de sal y aceite. Las posibilidades son infinitas, y la primavera es la ocasión perfecta para disfrutar de estos manjares. ¡A cocinar se ha dicho!
