Tabla de contenido
Quizás las acelgas no tengan el mismo reconocimiento que otras verduras como la espinaca o el brócoli, pero eso no significa que sean menos valiosas. Desde hace siglos, estas hojas verdes han estado presentes en la gastronomía de muchas culturas, siendo protagonistas de platos sencillos y reconfortantes, como acelgas con patatas o esos salteados con ajo que todos adoramos. Sin embargo, su versatilidad va mucho más allá: pueden ser la base de cremas, tortillas, lasañas o incluso empanadas. Y aquí viene lo mejor: nutricionalmente, son un auténtico tesoro.
Un bajo contenido calórico y una gran saciedad
Las acelgas apenas aportan 20 kcal por cada 100 gramos, lo que las convierte en una de las verduras más ligeras que puedas encontrar. Esto las hace ideales para aquellos que buscan platos saciantes sin que el contenido calórico se dispare, ya sea que las disfrutes cocidas, en crema o salteadas. Recuerdo una vez que, en un intento de comer más ligero, preparé un guiso de acelgas con garbanzos. ¡Fue una combinación perfecta y muy satisfactoria!
Ricas en fibra y nutrientes esenciales
La fibra es un componente vital en nuestra dieta, y las acelgas no decepcionan en este aspecto. Con un buen contenido de fibra, ayudan a regular el tránsito intestinal y proporcionan una sensación de saciedad que puede ser útil si estás cuidando tu peso. Si te encuentras buscando recetas que llenen sin necesidad de grandes cantidades, las acelgas se presentan como una opción ideal.
Además, el aporte de vitamina K que ofrecen es fundamental para la salud ósea y la correcta coagulación de la sangre. Esto es especialmente importante para personas mayores o quienes están en riesgo de perder masa ósea. No es solo un dato curioso; es una razón poderosa para incluirlas regularmente en nuestras comidas.
Un aliado durante el embarazo y más allá
Aparte de la vitamina K, las acelgas son ricas en ácido fólico (vitamina B9), esencial durante el embarazo y en etapas de crecimiento. Una porción de acelgas puede aportar una parte significativa de la cantidad diaria recomendada. Como madre, siempre traté de asegurarme de que mis hijos tuvieran suficiente ácido fólico, y las acelgas eran una de mis armas secretas. Además, a veces mezclaba las acelgas con puré de patatas, y ¡adivina qué! ¡Les encantaba!
Combina las acelgas con alimentos ricos en vitamina C
Aunque no son tan ricas en hierro como las lentejas, las acelgas sí aportan hierro de origen vegetal. Para maximizar la absorción de este mineral, es buena idea combinarlas con alimentos ricos en vitamina C, como pimientos o un toque de zumo de limón. Así, no solo mejoramos la absorción del hierro, sino que también le damos un toque fresco al plato.
Beneficios adicionales: antioxidantes y efecto diurético
Las acelgas no solo son saludables, sino también un aliado contra el daño celular gracias a su contenido de betacarotenos y antioxidantes. Aunque no son un superalimento, definitivamente suman en una dieta equilibrada. Además, su alto contenido en agua y potasio les confiere un efecto diurético natural, lo que puede ser útil para combatir la retención de líquidos. Esto las hace populares en dietas depurativas y de control de peso.
Versatilidad en la cocina
A diferencia de otras verduras de hoja, como las coles, las acelgas suelen ser bien toleradas por el sistema digestivo. Cocidas al vapor o en crema, son aún más suaves, lo que las convierte en una excelente opción para quienes tienen digestiones delicadas. La versatilidad de las acelgas es asombrosa: se pueden usar en guisos, salteados, cremas, gratinados, tortillas o incluso rellenos.
Una vez, intenté congelar acelgas cocidas, y me sorprendió lo bien que se conservaron. Así que, si te sobra alguna preparación, ¡no dudes en guardarlas para otra ocasión!
Incluir acelgas en la dieta familiar
Las acelgas son especialmente recomendables en etapas como el embarazo o el crecimiento infantil. Su alto contenido en ácido fólico las hace ideales durante los primeros meses de gestación, contribuyendo al correcto desarrollo del feto. También aportan vitamina K y calcio, fundamentales para la salud ósea en todas las edades. Para los niños, introducirlas en forma de crema o mezcladas con patata es una manera sencilla de que las acepten sin protestas. Y como son tan ligeras y fáciles de digerir, encajan perfectamente en menús equilibrados para toda la familia.
Recetas para disfrutar de las acelgas
Si después de conocer todas estas propiedades te gustaría incluirlas más en tu día a día, hay muchas ideas al respecto. Las acelgas con patatas son la receta de siempre, fácil y resultona. Para algo más completo, combina garbanzos con acelgas en un plato de cuchara lleno de sabor. Si buscas algo rápido para la cena, no te olvides de la tortilla de acelgas. Y si prefieres un toque más especial, unas acelgas con bechamel gratinadas al horno pueden ser el plato que reconcilie a cualquiera con esta verdura. De verdad, es solo cuestión de encontrar la receta que encaje con tu forma de cocinar.
Personalmente, siento que las acelgas tienen mucho que ofrecer. Desde que me adentré en el mundo de la cocina, he aprendido a apreciar cada ingrediente y su potencial. Así que, ¿por qué no darle una oportunidad a las acelgas en tu próxima comida?