Tabla de contenido
El tiramisú de fresa es uno de esos postres que, cuando llega la temporada de fresas, se convierte en un must en nuestra mesa. ¿Quién puede resistirse a un postre que no requiere horno, es ligero y tiene como protagonista a esta deliciosa fruta? Personalmente, disfruto mucho prepararlo en esas ocasiones en las que encuentro fresas frescas y jugosas en el mercado. La combinación de sabores y texturas es simplemente irresistible.
Ingredientes necesarios para el tiramisú de fresa
Para hacer un tiramisú de fresa que deje a todos boquiabiertos, necesitas reunir algunos ingredientes sencillos. Aquí te dejo la lista:
- Fresas frescas (aproximadamente 500 g)
- 125 g de azúcar
- 50 g de agua
- 4 yemas de huevo
- 250 g de mascarpone
- Bizcochos de soletilla (cantidad suficiente para cubrir las capas)
- Cacao en polvo para decorar
- Hojas de menta fresca (opcional, para decorar)
Preparación paso a paso del tiramisú de fresa
Ahora que tienes todos los ingredientes, es momento de ponernos manos a la obra. Comenzaremos preparando el almíbar para pasteurizar las yemas. En un cazo, mezcla 125 g de azúcar con 50 g de agua y lleva a ebullición. Debemos alcanzar los 121 °C, así que ten un termómetro a la mano (recuerdo aquella vez que me quemé un poco porque no estaba atento al termómetro, ¡una experiencia que no quiero repetir!).
Mientras tanto, bate las yemas de huevo a velocidad alta. Cuando el almíbar esté listo, viértelo lentamente en forma de hilo sobre las yemas, sin dejar de batir. Esto es crucial para que la mezcla se espese y blanquee. Una vez que la mezcla esté homogénea, añade el mascarpone y sigue batiendo hasta que no queden grumos. Reserva esta deliciosa crema en la nevera.
Elaboración de la salsa de fresas
Mientras la crema se enfría, es momento de preparar la salsa de fresas. Lava y corta las fresas, y colócalas en una cacerola junto con 25 g de agua y 50 g de azúcar. Cocina a fuego medio durante 2-3 minutos, y verás cómo sueltan su jugo. Yo siempre me aseguro de dejar algunos trozos de fresa enteros para colocar entre las capas, ¡le da un toque especial!
Una vez que la mezcla esté lista, retira del fuego y tritura el resto de las fresas para obtener un puré suave. Este puré será la base para empapar los bizcochos de soletilla que alternaremos en nuestro tiramisú.
Montaje del tiramisú de fresa
Ahora viene la parte divertida: el montaje. En un recipiente rectangular o en copas individuales (depende de cómo quieras presentarlo), comienza colocando una capa de crema en la base. Luego, empapa los bizcochos de soletilla en el puré de fresa y colócalos sobre la crema. Alterna capas de crema, bizcochos y trozos de fresa hasta que se acaben los ingredientes. En la última capa, decora con fresas laminadas y un toque de cacao en polvo. Si quieres darle un extra de frescura, añade unas hojas de menta.
Una vez montado, lo ideal es dejar reposar en la nevera al menos 4 horas, aunque lo mejor es dejarlo de un día para otro. Así, los sabores se integran y ¡tendrás un tiramisú espectacular!
Consejos para un tiramisú de fresa perfecto
Aunque la receta es sencilla, aquí van algunos consejos prácticos: utiliza siempre fresas frescas y de buena calidad. No te olvides de pasteurizar las yemas, esto es fundamental para evitar problemas si lo van a comer niños o personas sensibles. Y por último, no escatimes en la decoración; un tiramisú bien presentado es un deleite para los ojos y el paladar. En mi casa, este postre se ha vuelto un clásico, sobre todo en las celebraciones familiares; ¡una vez hice uno tan grande que no cabía en la mesa!
Así que ya lo sabes, si quieres impresionar a tus invitados o simplemente darte un gusto, no dudes en preparar este tiramisú de fresa. Te aseguro que repetirán, y quizás hasta te pidan la receta. ¡Buen provecho!