Tabla de contenido
La cocina es un mundo fascinante donde el arte se encuentra con la ciencia, y donde cada plato cuenta una historia. A menudo, la gastronomía se presenta como un campo glamoroso, lleno de estrellas Michelin y platos exquisitos, pero la realidad es muy diferente.
Recuerdo cuando decidí dar mis primeros pasos en este universo, lleno de pasión y un poco de locura, rodeado de personas que, como yo, buscaban algo más que solo un trabajo: querían vivir la experiencia culinaria a fondo.
Los secretos de la cocina
En la cocina, cada día es una aventura. Desde la selección de los ingredientes frescos hasta la elaboración de platos que deleitan a los comensales, cada paso está lleno de sorpresas. La camaradería entre los cocineros es palpable; somos como una familia disfuncional. Hay días en que la presión nos lleva al límite, y otros en que el humor negro se convierte en nuestra mejor medicina. ¿Alguna vez has visto a un chef lanzar un plato contra la pared por frustración? Yo sí, y créeme, es algo que no se olvida fácilmente.
La dura realidad de ser chef
Ser chef es una carrera de resistencia. Las horas son largas, los días a menudo se mezclan, y la vida personal puede convertirse en un recuerdo lejano. Recuerdo haber trabajado en un restaurante donde los turnos nocturnos se hacían eternos. Pero a pesar de la fatiga, había algo mágico en ver cómo un simple ingrediente se transformaba en una obra maestra. Esa magia es lo que nos mantiene en la cocina, a pesar del sudor y las lágrimas.
Los desafíos del servicio
Durante el servicio, el caos reina en la cocina. Los pedidos llegan en cascada, los ingredientes parecen desaparecer misteriosamente, y el reloj avanza más rápido de lo que podemos cocinar. Pero es en ese caos donde encontramos la adrenalina. Cada plato que sale de la cocina es una pequeña victoria, y cada cliente satisfecho es un motivo para celebrar. Aunque a veces, hay que lidiar con clientes difíciles, esos que piden sus carnes ‘bien hechas’ y ellos no tienen idea de lo que realmente significa eso para un chef. ¡Ah, el dilema de la carne! Pero, como siempre digo, cada experiencia es un aprendizaje.
La camaradería en la cocina
Uno de los aspectos más gratificantes de ser chef es la comunidad que se forma entre los profesionales de la cocina. Cada cocina tiene su propia cultura, llena de bromas internas y anécdotas compartidas. A menudo, nos reímos de las situaciones más absurdas. Como aquella vez que un compañero confundió el azúcar con la sal en un postre; el desastre fue monumental, pero las risas que siguieron hicieron que valiera la pena. En la cocina, eso es lo que aprendemos: a reírnos de nuestros errores y a seguir adelante.
Reflexiones finales sobre la gastronomía
Después de años en este mundo, aún me sorprendo por la diversidad de sabores y técnicas que existen. La cocina es un campo en constante evolución, y siempre hay algo nuevo que aprender. La pasión por la gastronomía es lo que nos une, y a pesar de los desafíos, cada día en la cocina es una oportunidad para crear, experimentar y, sobre todo, disfrutar. Al final del día, lo que realmente importa es la satisfacción de haber compartido un buen plato. Y esa es la esencia de ser chef.
- Facebook Messenger