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Las fresas son una de esas frutas que evocan la primavera y el verano, llenas de color y sabor. Pero, ¿quién dijo que solo sirven para postres? A menudo nos olvidamos de su versatilidad en platos salados. Imagina una ensalada que combine la frescura de las espinacas con la dulzura de las fresas, crujientes nueces y un toque de queso de cabra.
No, no es un sueño, es una realidad sencilla que puedes preparar en un abrir y cerrar de ojos.
Ingredientes que necesitas
Lo mejor de esta ensalada es que los ingredientes son fáciles de conseguir y, además, se pueden adaptar a tus preferencias. Aquí tienes lo que necesitas:
- Un puñado generoso de espinacas frescas.
- Fresas frescas, ¡cuantas más, mejor!
- Nueces pecanas, que aportan un crujido irresistible.
- Queso de cabra desmenuzado.
- Una cebolla morada pequeña, para un toque extra de sabor.
Preparación paso a paso
Ahora que tienes tus ingredientes listos, ¡vamos a la acción! Primero, limpia las espinacas, asegurándote de que estén bien secas. Si son muy grandes, no dudes en trocearlas un poco con las manos. Luego, es el momento de las fresas: lávalas, quítales el tallo y córtalas en láminas o cuartos, según prefieras.
La cebolla morada puede ser un poco fuerte, así que para suavizar su sabor, te recomiendo dejarla cinco minutos en agua con un chorrito de vinagre. Después, escúrrela bien. Ahora, en una sartén, tuesta ligeramente las nueces pecanas durante un par de minutos, sin añadir aceite; esto realza su sabor y las hace más crujientes.
A continuación, el momento de la vinagreta. En un tarro, mezcla tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra, una cucharada de vinagre de manzana, una cucharada de miel, y una cucharadita de mostaza suave. Agrega también una cucharadita de semillas de amapola. Cierra el tarro y agita bien hasta que emulsione. ¡Es un verdadero deleite!
Montando la ensalada
En una ensaladera grande, coloca las espinacas como base. Luego, añade las fresas, la cebolla morada, las nueces tostadas y, por último, el queso de cabra desmenuzado. La vinagreta va justo antes de servir: vierte sobre la ensalada y mezcla suavemente para no romper las hojas. Es un equilibrio perfecto de sabores y texturas.
Consejos para una ensalada perfecta
Si eres amante de las fresas en los postres, te sorprenderá cómo se integran en esta ensalada. A veces, los sabores más inusuales pueden crear combinaciones sorprendentes. Este plato no solo es fácil de preparar, sino que también es una explosión de sabor que te hará querer repetir.
Recuerdo cuando hice esta ensalada por primera vez para una cena con amigos. La combinación de sabores fue tan inesperada que todos quedaron encantados. Cada bocado era una fiesta de texturas y sabores, y lo mejor de todo, ¡se preparó en menos de 15 minutos!
Así que no lo pienses más, prueba esta ensalada fresca y colorida. Es un plato que no solo alimenta el cuerpo, sino también el espíritu. Y como dice el refrán, «a veces lo simple es lo más delicioso».
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