Cuando el calor aprieta, la búsqueda de algo fresco y delicioso se convierte en una necesidad irrefrenable. ¿Y qué mejor manera de combatirlo que con unos helados de kiwi y yogur? Esta delicia se prepara en apenas diez minutos, ¡y luego solo hay que dejar que el congelador haga su magia! Lo más increíble es que están elaborados con ingredientes naturales, sin aditivos ni conservantes, y son sencillamente irresistibles.
Si quieres una forma divertida de hacer que los niños disfruten de un dulce saludable, ¡sigue leyendo!
Ingredientes y preparación de los helados de kiwi y yogur
Para comenzar, necesitarás algunos ingredientes simples que seguramente ya tienes en casa. La base de estos helados es el yogur, y aquí tienes una opción: si optas por un yogur graso, el resultado será un helado más cremoso, mientras que un yogur sin azúcar te dará un toque más ligero. Y no olvides las semillas de chía, esas pequeñas maravillas que no solo añaden un crujido delicioso, sino que también están repletas de nutrientes.
La preparación es muy sencilla: primero pela los kiwis y corta uno en rodajas finas para decorar los moldes. El otro, córtalo en cubos pequeños. En un bol, mezcla el yogur con las semillas de chía, los cubos de kiwi, un poco de miel para endulzar y, si te apetece, un chorrito de zumo de limón. Deja reposar la mezcla durante 10 minutos para que las semillas se hidraten y absorban sabores.
Ahora, coloca una o dos rodajas de kiwi en las paredes de cada molde y rellénalos con la mezcla de yogur. ¡Recuerda alisar la superficie antes de insertar los palitos! Lleva los moldes al congelador durante al menos cinco horas, o hasta que estén completamente sólidos. Y cuando llegue el momento de desmoldar, solo necesitarás sumergir los moldes en agua caliente durante unos segundos. ¡Listo, a disfrutar!
Consejos para personalizar tus helados
Una de las maravillas de esta receta es su versatilidad. Puedes usar cualquier fruta que tengas a mano, pero el kiwi le aporta un toque especial tanto en sabor como en presentación. ¿Te atreves a experimentar? Prueba con fresas, mango o plátano, pero asegúrate de que no contengan demasiada agua, porque eso podría cristalizar el helado.
Si te gusta el helado más dulce, ten en cuenta que el dulzor disminuye al congelarse. Por lo tanto, ¡no olvides probar la mezcla antes de ponerla en el congelador y ajustar el nivel de dulzura a tu gusto! Un toque extra de sirope o miel puede hacer maravillas. Además, puedes utilizar diferentes moldes: desde vasos de plástico hasta cubiteras, elige lo que más te convenga. Solo recuerda que cuando la mezcla esté semiconsistente, debes insertar los palitos para que queden en su lugar.
Más recetas con kiwi que amarás
Si te ha encantado esta receta de helados, ¡no te detengas aquí! El kiwi es una fruta versátil que se puede usar de mil maneras. Por ejemplo, ¿has probado un batido de kiwi y plátano? Es refrescante y lleno de energía. También puedes hacer una deliciosa ensalada de kiwi y pollo, o incluso una mermelada casera para aprovechar esos kiwis que ya están maduros. Y si quieres impresionar a tus invitados, no dudes en preparar una tarta de kiwi o un bizcocho de kiwi, ¡que queda exquisito en freidora de aire!
Así que, ya lo sabes, ¡la cocina casera puede ser divertida y saludable! Comparte tus creaciones y sorprende a tu familia con estas deliciosas recetas. ¿Cuál es tu favorito?
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